A raíz de las controversiales declaraciones sobre el Golpe de Estado de 1973, la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, enfrentó una ola de críticas en los últimos días. En una entrevista con Radio Agricultura, Matthei abordó su postura respecto a este evento histórico y la violación de derechos humanos en Chile. Su comentario de que “era necesario. Si no, nos íbamos derechito a Cuba. No había otra alternativa” generó un fuerte rechazo entre diversos sectores de la política nacional.
Las palabras de la exalcaldesa de Providencia no solo provocaron indignación en la opinión pública, sino que también recibieron la respuesta directa del Presidente Gabriel Boric. El mandatario afirmó en la red social X que “el golpe de Estado en Chile no es justificable. La dictadura fue criminal e ilegítima desde el 11 de Septiembre de 1973 hasta el 11/03/1990. Nada justifica los asesinatos, los desaparecidos, las torturas, el exilio”.
La controversia se intensificó cuando Matthei amplió su declaración, sosteniendo que “todos los sectores políticos fueron responsables del quiebre de la democracia. Entre ellos, la izquierda que debilitó las instituciones y el Estado de Derecho, con la intención de llevar a Chile a un gobierno totalitario, un proyecto que la mayoría de los ciudadanos rechazaba”. Esta afirmación agregó leña al fuego, generando una nueva ronda de críticas desde distintos ámbitos, incluyendo la oposición y organizaciones de derechos humanos.
Reacciones de la comunidad política
Los comentarios de Matthei también fueron objeto de críticas por parte de otros líderes políticos. La diputada de la oposición, quien se identificó como parte de la coalición contraria a Chile Vamos, rechazó las declaraciones, considerándolas como una falta de respeto hacia las víctimas de la dictadura. Por su parte, diversos usuarios en redes sociales manifestaron su desacuerdo, señalando que las afirmaciones sobre la necesidad del Golpe de Estado distorsionan la realidad histórica y minimizan el sufrimiento de miles de chilenos.
En su defensa, Matthei insistió en que su intención no era justificar las violaciones a los derechos humanos. En una declaración posterior, afirmó: “Se los digo fuerte y claro: Nunca he justificado ni justificaré las violaciones a los derechos humanos. Mi compromiso ha sido siempre con el diálogo y la democracia”. A pesar de sus aclaraciones, muchos sostienen que sus palabras iniciales reflejan una falta de empatía hacia las víctimas y sus familias, quienes aún claman por justicia.