En medio de la controversia por el distanciamiento entre Kel Calderón y Nano Calderón, Willy Sabor compartió su propia experiencia familiar. Durante su participación en el programa Hay que decirlo, el panelista relató que estuvo más de 12 años sin comunicación con su hermana, lo que generó una profunda reflexión sobre la importancia de los lazos familiares.
La historia de Willy Sabor y su hermana
Willy Sabor reveló que el distanciamiento con su hermana se produjo sin un motivo claro: “Nos alejamos, estuvimos distanciados, hablábamos lo justo y necesario, pero la muerte de mi padre nos juntó (…) hicimos un bloqueo hacia atrás, no nos dimos explicaciones, borrón y cuenta nueva”, comentó.
El humorista se sinceró al decir que no recordaba las razones de su pelea. “De partida, no me acuerdo por qué peleamos (…) la echaba de menos”, expresó. Reconoció que el tiempo sin ella fue difícil, especialmente por la situación con sus padres. “Lo pasé mal porque era mi única hermana, pasé mucho tiempo solo con el tema de mis papás, pero yo trataba de buscar una explicación del distanciamiento”, agregó.
Willy Sabor mencionó que el proceso fue complicado para sus padres, quienes le permitieron tomar decisiones sobre su relación con su hermana. “Fue complicado para mis padres (…) ellos me dejaban tomar las decisiones, pero yo la busqué, trataba de buscar la explicación”, relató.
El reencuentro entre ellos ocurrió de manera inesperada. “Yo aparecí justo en el horario en que ella estaba visitando a mi padre. Aparecí por detrás y la toqué por la espalda, me dio un abrazo, se puso a llorar y ahí se acabó todo”, contó con emoción. Este momento marcó un hito en su relación, permitiendo que ambos comenzaran a sanar las heridas del pasado.
Sin embargo, tras la reconciliación, Willy Sabor se enteró de un diagnóstico serio que enfrentaba su hermana. “Supe que tuvo cáncer, empezó a perder un ojo”, indicó, lo que añadió una nueva capa de preocupación a su relación. “No sentí culpa, pero empiezas a actualizarte con la información de todo”, aclaró el humorista, reflejando la complejidad de la situación familiar.
Un llamado a la reflexión
La experiencia de Willy Sabor resuena en muchas familias, donde a menudo los conflictos pueden llevar a años de silencio. Al compartir su historia, el humorista invita a los espectadores a valorar y cuidar sus lazos familiares. La muerte de un ser querido puede ser un catalizador para la reconciliación, como lo fue en su caso, y resalta la importancia de la comunicación en las relaciones interpersonales.
Willy Sabor, conocido por su sentido del humor, también utilizó este espacio para reflexionar sobre la importancia de la familia y la capacidad de perdonar, un mensaje que se vuelve aún más relevante en tiempos difíciles. La lucha de su hermana contra el cáncer añade un tono serio y emotivo a su relato, mostrando que detrás de las risas, también hay historias de dolor y superación.