La propuesta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para elevar el salario mínimo a un millón de pesos en 2029 ha suscitado reacciones enérgicas tanto en el Gobierno como en el sector empresarial. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, se refirió a esta iniciativa destacando que la meta de alcanzar los $500 mil fue cumplida antes de lo previsto, lo que abre el debate sobre la viabilidad de nuevos aumentos salariales.
La CUT plantea un aumento del 12% para este año, lo que elevaría el salario mínimo de los actuales $510.536 a $578.948. Este aumento es solo el primer paso en una trayectoria que busca culminar en un millón de pesos para 2029, con una cifra estimada de $1.149.326 para el año 2030, utilizando una fórmula específica que se ha propuesto en la discusión.
El cumplimiento de metas y las limitaciones del Gobierno
En un seminario reciente, Marcel recordó que el compromiso original del Gobierno de Gabriel Boric fue alcanzar los $500 mil durante su mandato. “El compromiso que tenía el Gobierno del Presidente Gabriel Boric era llegar a los $500 mil dentro de su mandato”, afirmó, indicando que esta meta se logró incluso antes de lo planeado.
Sin embargo, el ministro dejó en claro que cumplir con una meta no implica automáticamente asumir nuevas, especialmente aquellas que se extienden más allá del período del actual Gobierno. “Pero eso no quiere decir que tengamos ahora que sumar una nueva meta de mediano plazo que, por lo demás, se extiende más allá del mandato del actual Gobierno”, explicó Marcel.
Según el ministro, el enfoque principal del Ejecutivo es haber alcanzado los $500 mil y haber implementado los reajustes necesarios en enero. De cara a futuros ajustes, el criterio se centrará en mantener el poder adquisitivo de los trabajadores. “Y a partir de aquí el criterio tiene que ver con, de partida, cuáles son los ajustes nominales que se requieren para mantener esos valores”, añadió.
Marcel subrayó las limitaciones que enfrenta el Gobierno para comprometerse a proyecciones salariales a largo plazo. “Por una cuestión de horizonte político y por otro lado de consistencia con lo que fueron las prioridades de Gobierno”, indicó. Agregó que, aunque es legítimo plantear aspiraciones sobre el salario mínimo futuro, el Gobierno actual enfrenta restricciones sobre hasta dónde puede comprometerse.
A pesar de estas limitaciones, el ministro aseguró que se está trabajando en una propuesta propia que califica como un “acercamiento más pragmático”. Esta propuesta será comunicada pronto, con un plazo límite establecido para mañana.