Jaime Valdés vivió un tenso episodio el fin de semana cuando hinchas de Deportes Linares lo insultaron tras su decisión de no continuar como inversionista del club. Este hecho lo llevó a dar explicaciones en un medio de comunicación, donde dejó en claro su postura sobre la situación financiera del equipo.
Las razones detrás de su salida
Valdés, conocido como ‘Pajarito’, expresó en el programa Deporte en Acción de Radio Ancoa que la situación económica del club es crítica. “Financieramente nosotros estamos pasando por un momento bien complicado. Después de estar dos años a cargo, donde invertimos mucha plata, tuvimos un problema de liquidez y se lo hicimos saber a la Corporación”, señaló el exfutbolista, resaltando la dificultad que enfrenta el equipo.
El jugador también mencionó que propuso a Mariela Vásquez, presidenta de la Corporación, que asumieran la responsabilidad durante los primeros meses del torneo. “Le propuse que ellos se hicieran cargo estos primeros tres meses de torneo, para así nosotros poder juntar un poco de dinero y tomar lo que resta del año. Ella, sin ningún problema, tomó este desafío y así estamos”, agregó Valdés.
Valdés se refirió también a los insultos que recibió por parte de los hinchas, quienes lo acusaron de perjudicar a la ciudad. “Me gritan que yo cagué a una ciudad cuando es todo lo contrario. Lo único que quiero es poder conseguir un inversionista que se haga cargo para que el Depo pueda seguir en el campeonato y no tenga que desaparecer”, explicó el exjugador, enfatizando su intención de ayudar al club en sus momentos difíciles.
Propuestas para el futuro del club
El referente de Colo Colo subrayó su disposición a ceder sus acciones del club, “para que las tomara cualquier persona, asumiendo la pérdida de los dos años sin ningún problema y que se hiciera cargo un inversionista. Lamentablemente, hasta el momento no hemos podido encontrar a nadie y por eso llegamos a esa idea de que la Corporación asuma estos meses”.
La situación de Deportes Linares es compleja, no solo por la falta de inversión, sino también por la presión que sienten los directivos y jugadores ante la hinchada. La exigencia de los hinchas, que buscan un equipo competitivo, ha aumentado, lo que complica aún más la búsqueda de un nuevo inversionista que pueda inyectar capital al club.