El árbitro Fernando Vejar rectificó su decisión sobre la expulsión de Javier Altamirano, permitiendo que el volante de Universidad de Chile participe en el próximo Superclásico contra Colo Colo.

La controversial expulsión de Javier Altamirano durante el partido entre Universidad de Chile y Everton generó un intenso debate. En ese encuentro, Vejar había sancionado al volante azul con tarjeta amarilla por un pisotón sobre Alex Ibacache. Sin embargo, tras una revisión a través del VAR, cambió su decisión y expulsó a Altamirano antes de los 15 minutos de juego, dejando a Universidad de Chile con 10 jugadores.

Esta decisión inicial impactó gravemente los planes del director técnico Gustavo Álvarez, quien lamentó perder a un jugador clave para el crucial Superclásico. No obstante, las cosas dieron un giro inesperado cuando, tras revisar nuevamente las imágenes del incidente, Vejar decidió modificar su informe. En este nuevo análisis, dictó que la acción de Altamirano no merecía la roja, sino una tarjeta amarilla, lo que significa que podrá jugar contra Colo Colo.

Cambios en la decisión del árbitro

En su informe, Vejar expresó que aunque inicialmente había considerado que Altamirano había pisado el talón de Aquiles de su oponente, luego de un análisis exhaustivo, llegó a la conclusión de que “no hubo la suficiente fuerza ni tampoco una gran intensidad en el contacto con el rival en la disputa del balón, configurándose por tanto solo una infracción que se debe calificar como ‘temeraria’”.

La decisión del árbitro no pasó desapercibida. Antes de su rectificación, Álvarez manifestó su preocupación respecto a la decisión arbitral. “Hay que revisarla, no la veo bien en la cancha, me gustaría revisarla. No por un cuestionamiento al árbitro, sino que para ver bien lo que pasó”, comentó en ese momento el director técnico argentino.

Sin embargo, en la rueda de prensa posterior al partido, Álvarez adoptó un tono más crítico. Afirmó: “No voy a hablar del arbitraje, pero estoy 100% de acuerdo con mis jugadores”. Este cambio de postura reflejó la frustración del equipo tras la expulsión, ya que consideraron que estaban dominando el partido hasta ese punto.

Además, el entrenador destacó que, a pesar de la expulsión, Universidad de Chile había generado más oportunidades de gol: “Hasta la expulsión, éramos mucho más nosotros y después de la expulsión, fue todo de nosotros. Un partido donde hubo siete situaciones de gol contra dos del rival. Siempre el resultado es lo más importante, pero es un detalle a tener en cuenta”.

Con la situación de Altamirano aclarada, Universidad de Chile ahora se centra en su próximo desafío. El equipo se alista para su debut en la fase de grupos de la Copa Libertadores, donde se enfrentará al actual campeón del certamen, Botafogo. Este encuentro se llevará a cabo el próximo miércoles 2 de abril, a las 21:30 horas, en un Estadio Nacional que se espera repleto de hinchas.